Sigues en mi mente

De repente estoy en una habitación de hotel contigo, y sin recordar nada.

Yo tan perdida y tú como un loco de amor cuando me miras. En una milésima de segundo he pasado a ser de tu propiedad, un premio más. Pero no me importa, sólo tu dinero.

Pasa el tiempo y te vuelves otra persona distinta. Tus ojos han pasado del amor al odio, y yo ya no sé qué hacer. Me compras vestidos caros para esconder tu furia hacia el mundo, para que no te abandone porque la soledad te aterra.

Pero esto se acabó. No te engañes, podríamos haber sido felices. A pesar de todo no puedo borrarte de mi mente, siempre estás ahí. Pero sé que tú no me quieres de verdad, tú y yo lo sabemos de sobra. Así que vete despidiendo, porque ya no volveré jamás a tu lado.

Destruyo las paredes que nos separan físicamente y te ato a la silla para que puedas contemplar como me voy de tu vida, y saber que tarde o temprano te arrepentirás.

Richard Feynman

"Mi teoría es que la mejor forma de enseñar es no tener ninguna filosofía, ser caótico y mezclarlo todo en el sentido de que uno utiliza todas las formas posibles de hacerlo."

Olvidar quien era y recordar quien soy

Atrapados en un bucle de peleas que no tiene fin. Y aun así, tú nunca te rindes.

He estado pensando mucho en nosotros. Un par de bestias salvajes cuando discutimos, una copia del otro. También he pensado en ti, una chica única. Podrías quedarte horas contemplando los copos de nieve cayendo del cielo, mientras dejas la mente en blanco con una sonrisa de alivio. 

Pero luego volvemos al mismo bucle. Un grito, un plato roto y los pedazos en el suelo. Más gritos acaban con el poco silencio que quedaba.

Y pienso que sin ti no puedo ir a ninguna parte, que ese nosotros no puede acabar. Nos levantaremos mientras el mundo se queda perplejo ante nuestra valentía. Creemos nuestro propio universo donde los dos somos perfectos y todo va bien. Intentaba comerme el mundo solo, pero sin ti ¿a dónde voy?